La memoria de los dieciocho vecinos de Siero, Noreña y Oviedo asesinados el 4 de noviembre de 1937, cuyos restos reposan en dos fosas comunes en la parroquia sierense de San Miguel de la Barreda, sigue viva. Así lo demostraron las decenas de personas que este domingo participaron en el acto de homenaje organizado por la Comisión de Amigos y Familiares de Represaliados de la II República San Miguel de la Barreda, celebrado en la parroquia de Argüelles (Siero).

El encuentro, cargado de emoción y reivindicación, puso de manifiesto la exigencia de verdad, justicia y reparación para las víctimas. Luis Blanco, secretario general de los socialistas de Siero, subrayó que “lo que aquí ocurrió es parte de la verdadera historia, una realidad que no podemos olvidar para que nadie sea capaz de eliminar esos derechos que tantas vidas costaron conseguir”.

Uno de los principales reclamos del acto fue que la fosa común de San Miguel de la Barreda se incorpore al Catálogo de Lugares de Memoria Democrática de Asturias, un objetivo que podría materializarse en la próxima conmemoración. En este sentido, la directora general de Memoria Democrática, Begoña Collado, expresó su apoyo a la petición y anunció que “la previsión es que en los próximos meses se proceda a esa declaración”. 

Este homenaje reafirma el compromiso institucional y social con la recuperación de la memoria histórica, para que las injusticias del pasado no queden sepultadas en el silencio y la democracia se fortalezca desde la verdad.